La llegada a Yangshuo fue la tarde anterior. Aterrizando en el Aeropuerto de Guilin, tomamos un autobús a la estación de trenes, frente a la cual se toman los autobuses que te llevan hasta la cercana Yangshuo. Intentamos alojarnos en el hostal Far East, aconsejado por la Lonely, aunque finalmente nos percatamos que estaba en obras y en su entrada había una agencia de viajes donde organizaban tours. La misma señora que estaba en la entrada nos llevo por el mismo precio a otro hotel cercano, chino, de esos en los que no hablaban ni papa de inglés, total, si ya estamos acostumbrados…

Estando ya alojados, decidimos levantarnos tempranito el día siguiente para darnos una vueltilla en bici, que teniendo en cuenta que no tocaba una casi desde antes de afeitarme lo convertía en la mayor aventura del viaje. En la plaza cercana al hotel alquilamos un par de bicis para todo el día por unos pocos Yuanes (unos 10, creo recordar), cargamos con la mochilita, agua, cámara y un pequeño mapa y allí que salimos quemando neumático.

La primera parada programada era el Dragon bridge o Yulong bridge y la segunda era llegar al Moon Hill.

Para llegar al primer destino tan solo había que remontar el río Yulong, pero el paisaje que nos esperaba no podía caber en nuestra imaginación.

Partiendo de la calle principal intentas descifrar el mapa y vas dirigiéndote básicamente donde te guía el instinto… lo mejor que uno puede hacer el preguntar, aunque también puedes seguir a otros ciclistas que están haciendo la misma ruta. Aunque empieza por una zona urbana, pronto desaparecen las casas y en breve llegas al río Yulong, fantástico panorama.

¿Alguna vez has visto una litografía china y te has preguntado si ese paisaje es real?¿Has visto películas ambientadas en China o dibujos como Dragon Ball y te han maravillado esas vistas? Pues en esos momentos me encontraba allí en medio, existen y las tenía justo frente a mi.

La ruta es de lo más tranquila, vas por un caminito de tierra donde en ocasiones tienes que apartarte para cruzarte con otras bicis, mientras los amables barqueros que por un módico precio te invitan a descender el río te saludan con el archiconocido «Jalo!!!»

El paisaje cárstico, con montañas asombrosamente altas que surgen de la llanura repleta de arrozales y atravesado por el río forma un conjunto que no puede dejar indiferente. De hecho incluso parte de este paisaje aparece en los billetes de 20 Yuanes.

Saliendo del centro de Yangshuo, principalmente orientado al turismo, a.k.a. restaurantes, tiendas, bares, karaokes… te encuentras en una zona completamente rural, donde la gente vive de la tierra y junto a sus campos de cultivo (a excepción de los balseros de bambú… jalo!!!), y puedes tranquilamente perderte (en nuestro caso literalmente, y varias veces) por los caminos que transcurren entre campos de arroz.

Pasas junto a casas donde la gente tiene sus puertas abiertas, normalmente donde la entrada da al salón y dormitan en sus sofás con la tele encendida, lo que en España sería el equivalente a la siesta con la vuelta ciclista en la tele. Te miran extrañados, seguramente preguntándose que coj…es andan unos occidentales paseándose en bici en la Cochinchina, perdidos en una comunidad de tan solo 10 casas.

Para llegar al Yulong Bridge, tomas al final parte de la carretera que viene de Baisha Town y lleva hasta un puente más moderno que también cruza el río Yulong. Aquí te esperan numerosos balseros para bajarte en un tranquilo paseo.

Nuestra idea era bajar la mitad del recorrido, no mucho tiempo, alrededor de 1 hora y seguir en bici. Lamentablemente, la mayoría te ofrece un recorrido hasta el final y el cual son unas 3 horas (se nos echaba el tiempo encima), ya que al final les esperan los camiones en los cuales cargan las barcas de bambú para subirlas otra vez hasta este punto. No hubo acuerdo económico, por lo que fuimos al Yulong Bridge y tras un chapuzón para refrescarnos continuamos con el retorno a Yangshuo por otra ruta diferente.